miércoles, 27 de abril de 2011

Ya no duele


Es curioso como cuando intentas olvidar a una persona el mundo entero se pone de acuerdo para seguir recordándotela.

Y por más que te empeñas en cerrar los ojos, siempre hay algo en cualquier parte que hace que esa persona se mantenga en tu cabeza constantemente.

Cuando crees que ya la olvidaste, Zassss.

En el momento menos esperado, una ... palabra, un gesto, una imagen, lo que sea, te la devuelve y tienes que volver al principio.

Llega un momento en el que la situación se torna insoportable y entonces es cuando decides hacer algo.

Y hacer algo siempre significa olvidar. Obligarte a olvidar.

Algo tan difícil como absurdo.

Porque mientras más te obligas a olvidar, más pendiente estás de la situación, más consciente eres del daño que los recuerdos te producen y en lugar de conseguir deshacerte de ellos te aferras sin darte apenas cuenta.

Así que no consigues nada.

Luego pasa también que estamos todo el tiempo relacionando.

Relacionando cualquier cosa con esa persona.

Hacemos relaciones estúpidas.

Te ganas un par de horas con la cabeza ocupada pensando en qué querrá decir exactamente lo que te acaba de pasar. Incluso llegas a comentarlo con los amigos, que obviamente piensan que te has vuelto loca.

Y nada, un día dejas de obligarte a olvidar y de repente pasas a recordarlo pero de otra manera, de una manera especial y con cariño,

Porque ya no duele su sonrisa incrustada en tu memoria

1 comentario:

Desencantada dijo...

Recien cuando te olvidas de tratar de olvidar... volves a estar bien. Claro que si se pueden evitar esas cosas que te lo recuerdan, siempre se mantiene vivo. Creo que el secreto esta en distraerse nada mas...

linda entrada! saludos.